El porteo es una práctica que se ha visto muy extendida en los últimos tiempos. Pero no por ello podemos considerarlo como una moda actual, sino más bien como una necesidad. Una necesidad de esos padres que acaban de tener una bebé y la exigencia de la ma(pa)ternidad les abruma. Pero también y, sobretodo, una necesidad de ese bebé que acaba de llegar a un mundo totalmente diferente a lo que conocía hasta ahora. El bebé pasa de un entorno cálido, tranquilo, sin gravedad, con la presencia constante de su madre, con todas sus necesidades cubiertas, a un entorno hostil para él donde siente frío, ruido, luz, el peso de su cuerpo, donde sus necesidades son las mismas que dentro del útero de su madre, pero para cubrirlas necesita demandar de la única manera que sabe, que es el llanto. En esta situación se hace necesario mantener unas condiciones para el bebé lo más parecidas a las que tenía mientras crecía dentro de su madre. Y para ello, una herramienta muy poderosa que tenemos a nuestro alcance es el porteo ergonómico.
Y ¿por qué hablo de porteo ergonómico en un blog de lactancia materna? Pues porque entre los múltiples beneficios que aporta el porteo ergonómico está el de facilitar la lactancia materna. Y esto es así porque por un lado el hecho de llevar a nuestro bebé cerca de nosotras va a hacer que nos conozcamos mejor, vamos a saber cuáles son sus necesidades y como las demanda, vamos a saber interpretar y responder de manera más temprana a sus señales de hambre antes de que tenga que demandarlo a costa de un alto grado de estrés. Cuando esto es así, el bebé llega al pecho tranquilo, el agarre es correcto y la succión es relajada. Así no hay opción a que como madres nos asalten las dudas de ¿por qué llora? ¿si llora porque tiene hambre, por qué no se engancha? ¿a lo mejor no se engancha porque no tengo leche?... y mil dudas más que pueden terminar con una lactancia. Por otra parte, no son pocas las madres que se ven sobrepasadas por tomas largas y frecuentes que las incapacitan para poder desempeñar otras actividades como puede ser el cuidado de los otros hijos. En este sentido el porteo nos ofrece la posibilidad de poder amamantar mientras realizamos otras tareas.
Así pues, este es el motivo por el que hoy hablo aquí de porteo. Pero ¿Por qué de porteo en bebés con síndrome de down?. Pues antes que nada, agradecer a Paula García Otero (@pau_garciaotero) de @downlactancia por animarme a dar difusión a este tema y por solicitar mi colaboración en ese proyecto tan bonito y tan necesario para ayudar a las mamás y sus bebés con Síndrome de Down a tener una lactancia de éxito.
El problema que se encuentran muchas mamás y papás con niños con alguna diversidad funcional es que sienten miedo, no encuentran profesionales que les sepan asesorar o incluso en muchas ocasiones les desaconsejan portear a sus bebés. Este es el caso de los bebés con Síndrome de Down, a los que no sólo se puede portear, sino que es súper recomendable ya que son múltiples los beneficios que obtienen:
Estimula el tono muscular
Mejora el control cefálico
Ofrece mayor número de estímulos
Ofrece estimulación propioceptiva y vestibular, fundamental para el desarrollo de futuras habilidades
Mejora los problemas digestivos como el reflujo
Además, no sólo es beneficioso para el bebé sino para los m(p)adres que van a ver favorecido la creación de un vínculo positivo que en muchos casos se ve dificultado por el diagnóstico.
El principal motivo por el que algunos profesionales desaconsejan el porteo con niños con síndrome de down es por la hiperlaxitud de la cadera y el bajo tono muscular. Por definición el porteo ergonómico debe respetar la fisiología y fisionomía del bebé y la mamá. Por lo tanto, lo que debemos hacer para poder portear a un bebé con síndrome de down, es ver sus necesidades y adaptarnos a ellas. Para ello, podemos elegir entre los diferentes portabebés a nuestra disposición y seleccionar la posición más adecuada. Las características principales que debemos tener en cuenta son:
Hipotonía. El bajo tono muscular que presentan estos bebés hace que tengan dificultad para mantenerse verticalizados. Incluso dentro del portabebés les cuesta mantener la postura. Es por ello que optaremos por portabebés que se ajusten punto por punto. Evitaremos las mochilas preformadas y los que tengan tejidos elásticos. Además, se hace necesario revisar constantemente la postura y recolocar si es necesario.
Hiperlaxitud (coxofemoral). Evitaremos la abducción excesiva de la cadera. Optaremos por portabebés que no fuercen la apertura como pueden ser los fulares tejidos o bandoleras. Optaremos preferentemente por el porteo a la cadera. En caso de porteo delante colocaremos al bebé en una posición menos abierta que en el porteo habitual.
Inestabilidad cervical (articulación atlanto-axial). Cuando no existe un buen control cervical se hace imprescindible un buen soporte cervical, y en estos bebés con más motivo. Por ello optaremos por portabebés que den un buen soporte cervical. Haremos uso del cojín cervical que fabricaremos con el propio fular o bandolera.
Problemas respiratorios. Uno de los requisitos del porteo seguro es vigilar en todo momento que el bebe no tiene dificultad para respirar. En el caso de los bebes con síndrome de down debemos vigilar este aspecto mucho más de cerca. Utilizaremos la tensión adecuada para asegurar una postura adecuada, pero no excesiva que dificulte la respiración. Vigilaremos constantemente que tiene las vías respiratorias despejadas. Y ahora que ya sabes todo lo que hay que tener en cuenta para portear a tu bebé con síndrome de down,.. a disfrutar del porteo con tu bebé, y si es con la teta mejor!!!!!
Isabel Cuñado
Terapeuta Ocupacional
Asesora de porteo. Especializada en porteo y diversidad funcional
Asesora de lactancia
Agradezco el impulso a Paula García Otero de @downlactancia
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